Salud espiritual Cuando se habla de bienestar, todos piensan en cosas como "dormir ocho horas", "comer verduras", "hacer ejercicio" o "no pelearse con el jefe... otra vez". Pero hay un ingrediente del bienestar que no se vende en farmacias, no se inyecta ni se unta: la salud espiritual . No estamos hablando de levitar ni de hablar en sánscrito. Tampoco hace falta que vivas en un monasterio tibetano o que repitas mantras mientras haces yoga con tu gato. La salud espiritual es simplemente eso que te da paz interior, propósito, conexión con algo más grande que tú… y, por cierto, no es Netflix. ¿Espiritualidad? ¿Eso no es lo mismo que religión? Buena pregunta te acabas de hacer. Aunque muchos encuentran su espiritualidad en la religión (¡hola, católicos del mundo!), otros la descubren en la naturaleza, la música, el arte o incluso en los valores que los hacen levantarse por la mañana sin lanzar el despertador por la ventana. Ser espiritual no es...