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¿Meditas o te quedas dormido? Cada religión tiene su estilo

No todos se sientan con las piernas cruzadas

¿Meditar es sentarse como Buda y decir “omm”? ¿Es rezar el rosario? ¿Es moverse lentamente como en Tai Chi? ¿Es pensar en nada? ¿O pensar en todo? Depende. Si le preguntas a un cristiano, a un budista o a un taoísta, probablemente obtendrás respuestas tan distintas como sus vestimentas litúrgicas. Pero algo tienen en común: meditar es asunto serio (aunque hoy lo use medio mundo como excusa para evadir el estrés de los lunes).

Prepárate para un recorrido por las religiones más conocidas y sus peculiares (y a veces sorprendentes) maneras de entender la meditación. Aviso: ¡los cristianos también meditan, aunque no se sienten con incienso y una pierna encima de la otra!

🕉️ Hinduismo: meditar desde tiempos inmemoriales

Si la meditación fuera un deporte olímpico, los hindúes ya habrían ganado el oro… hace mil años. Los textos sagrados del hinduismo (como los Vedas y los Upanishads) contienen algunas de las primeras instrucciones detalladas sobre meditación. Para ellos, el objetivo es alcanzar un estado mental calmado, sin sobresaltos, como un lago sin señal de internet.

¿El dato curioso? En el siglo VI a.C., en la antigua India, los sabios meditaban en cuevas, tan quietos que hasta los monos pensaban que eran estatuas.


☸️ Budismo: medita y… ¡alcanza la iluminación!

Fundado por Siddharta Gautama (alias "el Buda") alrededor del año 500 a.C., el budismo elevó la meditación a arte divino. El objetivo no es simplemente calmarse, sino alcanzar la iluminación. Suena místico, pero es básicamente comprender cómo funciona el sufrimiento, cómo evitarlo y cómo ser mejor persona sin que te lo diga tu suegra.

Hay técnicas como el zazen (sentarse y no pensar en los memes del día) o el vipassana (observar tus pensamientos sin agarrarte a ellos como si fueran cupones de descuento).


✝️ Cristianismo: la oración también medita

Aquí viene la sorpresa: ¡sí, los cristianos también meditan! Pero su estilo es más… dialogado. La meditación cristiana es una forma de oración profunda. Por ejemplo, rezar el rosario no es repetir por repetir: es contemplar los misterios de la vida de Jesús y María.

También se puede meditar leyendo y reflexionando sobre la Biblia. ¿Un ejemplo bíblico? "En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti" (Salmo 119,11). Y otro más claro: "María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón" (Lucas 2,19). No se trata de poner la mente en blanco, sino de llenarla de luz divina.


✡️ Judaísmo: meditación para cerebros inquietos

El judaísmo no tiene una única forma de meditar, pero sí tiene varias prácticas que podríamos llamar "meditación con turbo intelectual". Los judíos practican la contemplación, el análisis, la visualización y la intuición mística. Es como hacer meditación... ¡pero con tareas! En especial en el judaísmo cabalístico, que se vale de las letras hebreas, sonidos y visualizaciones para acercarse a Dios.


☯️ Taoísmo: meditar en movimiento (¡sí, moviéndose!)

He aquí un giro en el argumento. Mientras la mayoría se sienta quieto a meditar, los taoístas... ¡se mueven! ¿Has visto gente haciendo Tai Chi en un parque? No están estirando por gusto: están practicando meditación en movimiento. Se trata de conectar el cuerpo y el espíritu a través de movimientos lentos y fluidos, casi como si bailaras con el universo (sin necesidad de música de fondo).


🧠 Conclusión: distintos caminos, un mismo objetivo

Como ves, cada religión tiene su propia manera de meditar, pero todas coinciden en algo: meditar es ejercitar la mente y el alma. No es solo cerrar los ojos; es abrir el corazón. Aunque los métodos sean distintos (rezar, respirar, moverse, contemplar), el objetivo siempre apunta al mismo cielo: encontrarse con algo más grande que uno mismo.


📜 Los ejercicios espirituales

San Ignacio de Loyola (sí, el de los jesuitas), en el siglo XVI, revolucionó la espiritualidad cristiana con sus famosos Ejercicios Espirituales. Esos ejercicios son una forma estructurada de meditación y oración, con los cuales el creyente contempla pasajes bíblicos con todos sus sentidos, imaginando que está dentro de la escena. ¿Te imaginas que meditas sintiendo que estás en la barca con Jesús en medio de la tormenta? San Ignacio decía que eso ayudaba a discernir la voluntad de Dios… y también a no quedarse dormido rezando.


🔍 Dónde buscar (además de en la Biblia)

Si quieres seguir investigando y meditando, aquí te dejo recursos que puedes explorar:

Libros:

Películas y documentales:


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